Enfermedades de las mujeres y el antiguo Egipto…

30 oct 2008

 




Para los egipcios la mujer era la compañera y una pieza importante en el desarrollo de su sociedad. Es así como encontramos una dedicación especial para las mujeres en muchas de las áreas del conocimiento y en la medicina no fue la excepción…

La ginecología y la obstetricia tuvieron un desarrollo importante en el antiguo Egipto. Los papiros de Ebers, Westcar y especialmente el de Kahun, dan cuenta de una serie de observaciones y "medicinas" que eran utilizados para tratar los problemas de la salud femenina. Aunque es una lastima que muchos de los textos de los papiros están incompletos o en mal estado.

Se encuentran textos sobre métodos anticonceptivos, consistían en preparados que se ponían dentro de la vagina. Según el Papiro Kahun se preparaban en base a miel mezclada con un poco de natrón (sal de carbonato). O bien a través del uso de excremento de cocodrilo y leche agria. También se ocupaba la resina de Acacia, productora de ácido láctico, como espermicida, y actualmente se ha comprobado esta acción.


Era claro que las relaciones sexuales conducían al embarazo y que el pene y los testículos tenían un papel importante, pero creían que el semen se originaba en el corazón del hombre y que, era enviado hacia las gónadas para luego pasar al útero. Siendo la razón que, cuando describían el acto sexual se referían como "el hombre que pone su corazón dentro de la mujer".

Determinar si una mujer podía o no concebir hijos era importante para el egipcio. Uno de los exámenes consistía en que la mujer se introdujera una cebolla o un ajo en la vagina. Si al otro día su aliento olía a alguno de estos bulbos, significaba que era fértil. Esta conclusión provenía del Papiro Kahun donde se describía que el esófago, la cavidad abdominal y el útero estaban unidos. Si la mujer no era estéril y, por lo tanto, sus conductos estaban libres, el olor de los elementos introducidos debía despedirse por la boca.



Durante la gestación, sin embargo, los egipcios pensaban que la sangre de la menstruación era desviada hacia la formación y mantención del feto. Tal como hoy, las egipcias deseaban saber el sexo del hijo que venía en camino. La embarazada debía orinar varios días sobre un montón de trigo y de cebada contenidos cada uno en un saco. Si germinaba el trigo sería un niño, si germinaba la cebada sería niña.

Con el embarazo las mujeres egipcias, especialmente las aristócratas, deseaban evitar a toda costa la aparición de estrías en los consejos para prevenirlas se recomendaba el uso de un suave aceite obtenido del fruto del árbol de rábanos picantes. Al momento del parto, la joven pasaba a ser atendida por dos matronas, se ponía en cuclillas en el suelo, sobre dos ladrillos o bien se "sentaba" en un tipo de silla sin fondo. El recién nacido era tomado por una de las comadronas, mientras la otra sostenía a la madre. En el Papiro Westcar, se cortaba el cordón umbilical y luego se lavaba al niño. La lactancia materna duraba cerca de tres años.



El Papiro Ebers describe una serie de recetas para los partos difíciles. Respecto a las amenazas de aborto se sugería una mezcla de cebollas y vino, o bien hojas o frutas de diferentes hierbas junto con aceites y miel para ser aplicado en los genitales. Sin embargo los médicos egipcios nunca trataron los trastornos ginecológicos con la cirugía.

Sabían que la amenorrea (desaparición de la menstruación)y la dismenorrea (menstruación con dolor) como fenómenos anormales. Para lo cual administraban aceites aromáticos y ungüentos. Es claro que la ginecología y obstetricia tal como las conocemos hoy en día no se practicaba en el Antiguo Egipto, si realizaron un ordenamiento especial en sus escritos sobre el diagnóstico y tratamiento de ciertas dolencias femeninas.

Sin embargo eran fundamentales en la práctica médica de la época las diosas y dioses encargados de velar por un buen parto, nacimiento, para favorecer la fertilidad y la procreación


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