Cleopatra descendía de una familia de faraones, la Lágida, que no tenía origen en Egipto sino en Macedonia, Grecia y que gobernó desde el año 305 a.C. hasta el año 30 a.C., nació en el año 69 a.C. tuvo dos hermanas mayores, Berenice IV y Cleopatra VI, una hermana menor Arsinoe IV y dos hermanos menores, Ptolomeo XIII con quien tuvo que casarse para llegar al trono y Ptolomeo XIV. Cleopatra fue la primera faraona de la era Ptolemaica en hablar el idioma egipcio.
Al presentarse por primera vez en público, tenia 14 años, ya entonces era famosa por su sabiduría. Se dice que podía hablar 7 u 8 idiomas entre ellos griego, hebreo, sirio, egipcio y arameo, conocía de música, historia y ciencias políticas. Además era muy buena en matemáticas, literatura, astronomía y medicina. Se cree además que conocía y entendía a la perfección el latín. Era impulsiva, caprichosa, ingenua, espontánea, apasionada, diplomática y constante. Plutarco dijo de ella: «Se pretende que su belleza, considerada en sí misma, no era tan incomparable como para causar asombro y admiración, pero su trato era tal, que resultaba imposible resistirse. Los encantos de su figura, secundados por las gentilezas de su conversación y por todas las gracias que se desprenden de una feliz personalidad, dejaban en la mente un aguijón que penetraba hasta lo más vivo. Poseía una voluptuosidad infinita al hablar y tanta dulzura y armonía en el son de su voz que su lengua era como un instrumento de varias cuerdas que manejaba fácilmente y del que extraía, como bien le convenía, los más delicados matices del lenguaje».
A los 18 años Cleopatra asciende al trono con su hermano Ptolomeo XIII de 10 años, sin embargo, la joven deseaba conquistar el poder en solitario por lo que inició una serie de maniobras para acabar con la vida de su hermano. La corte, que le era hostil, acusó a Cleopatra de tratar de matar al rey obligándola a huir. Su próximo movimiento sería ponerse al frente de un ejército para desencadenar una contienda civil. Con la llegada de Julio César a Egipto persiguiendo a Pompeyo se dió un nuevo empuje al enfrentamiento fratricida. Cleopatra no dudó en utilizar su encanto femenino para hacerse al apoyo del romano, acudió a su palacio y sedujo al gran general. La derrota de Ptolomeo fue el siguiente paso y la bella reina consiguió su propósito. Durante nueve meses César y Cleopatra vivieron una intensa historia de amor de la que nació Ptolomeo César a quien los egipcios llamaron Cesarión.
Con la muerte de Julio Cesar, una vez más Cleopatra participó en la historia de Roma cuando Marco Antonio se hizo dueño del Asia Menor. Tras la batalla de Filipos (42 a.C.) Marco Antonio se reunió con ella en Tarso. La llegada de la reina fue espectacular y con su belleza y encanto conquistó también el corazón del general romano. En el año 37 ambos se desposaron en Egipto, para convertir en realidad uno de sus sueños: la creación de una gran monarquía oriental al margen de Roma. Para evitar esta empresa Octavio dirigió sus fuerzas a Oriente donde se libró la batalla de Accio (31 a.C.) derrotando a Marco Antonio. Octavio llega a Alejandría para contemplar aquella belleza que había cautivado a los dos mejores generales romanos, Cleopatra aprovecha su presencia intentando también seducirlo, pero no tuvo éxito por su edad y el carácter frío de Octavio.
Octavio informó a la reina egipcia de sus intenciones de llevarla a Roma como parte de su cortejo triunfal por haber conquistado a Egipto. Una humillación de ese talante no seria aceptada por Cleopatra quien no dudó en encerrarse en su palacio y suicidarse con la mordedura de una serpiente áspid.
Al presentarse por primera vez en público, tenia 14 años, ya entonces era famosa por su sabiduría. Se dice que podía hablar 7 u 8 idiomas entre ellos griego, hebreo, sirio, egipcio y arameo, conocía de música, historia y ciencias políticas. Además era muy buena en matemáticas, literatura, astronomía y medicina. Se cree además que conocía y entendía a la perfección el latín. Era impulsiva, caprichosa, ingenua, espontánea, apasionada, diplomática y constante. Plutarco dijo de ella: «Se pretende que su belleza, considerada en sí misma, no era tan incomparable como para causar asombro y admiración, pero su trato era tal, que resultaba imposible resistirse. Los encantos de su figura, secundados por las gentilezas de su conversación y por todas las gracias que se desprenden de una feliz personalidad, dejaban en la mente un aguijón que penetraba hasta lo más vivo. Poseía una voluptuosidad infinita al hablar y tanta dulzura y armonía en el son de su voz que su lengua era como un instrumento de varias cuerdas que manejaba fácilmente y del que extraía, como bien le convenía, los más delicados matices del lenguaje».
A los 18 años Cleopatra asciende al trono con su hermano Ptolomeo XIII de 10 años, sin embargo, la joven deseaba conquistar el poder en solitario por lo que inició una serie de maniobras para acabar con la vida de su hermano. La corte, que le era hostil, acusó a Cleopatra de tratar de matar al rey obligándola a huir. Su próximo movimiento sería ponerse al frente de un ejército para desencadenar una contienda civil. Con la llegada de Julio César a Egipto persiguiendo a Pompeyo se dió un nuevo empuje al enfrentamiento fratricida. Cleopatra no dudó en utilizar su encanto femenino para hacerse al apoyo del romano, acudió a su palacio y sedujo al gran general. La derrota de Ptolomeo fue el siguiente paso y la bella reina consiguió su propósito. Durante nueve meses César y Cleopatra vivieron una intensa historia de amor de la que nació Ptolomeo César a quien los egipcios llamaron Cesarión.
Con la muerte de Julio Cesar, una vez más Cleopatra participó en la historia de Roma cuando Marco Antonio se hizo dueño del Asia Menor. Tras la batalla de Filipos (42 a.C.) Marco Antonio se reunió con ella en Tarso. La llegada de la reina fue espectacular y con su belleza y encanto conquistó también el corazón del general romano. En el año 37 ambos se desposaron en Egipto, para convertir en realidad uno de sus sueños: la creación de una gran monarquía oriental al margen de Roma. Para evitar esta empresa Octavio dirigió sus fuerzas a Oriente donde se libró la batalla de Accio (31 a.C.) derrotando a Marco Antonio. Octavio llega a Alejandría para contemplar aquella belleza que había cautivado a los dos mejores generales romanos, Cleopatra aprovecha su presencia intentando también seducirlo, pero no tuvo éxito por su edad y el carácter frío de Octavio.
Octavio informó a la reina egipcia de sus intenciones de llevarla a Roma como parte de su cortejo triunfal por haber conquistado a Egipto. Una humillación de ese talante no seria aceptada por Cleopatra quien no dudó en encerrarse en su palacio y suicidarse con la mordedura de una serpiente áspid.
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