Este blog se ha caracterizado por escribir sobre aspectos de la historia de todos los tiempos, con un énfasis especial en la labor de las mujeres, sin embargo hoy no voy a resaltar a ninguna mujer en especial, quiero resaltar una tribu indígena cuyo nombre es asociado con mi país Colombia y que además es el nombre que orgullosamente recibe mi grupo Scout… QUIMBAYA…
Para empezar ubiquemos donde vivía la tribu de los Quimbayas… ellos eran uno de los grupos que habitaban el valle medio del río Cauca, en el área que circunscriben las cordilleras occidental y central de los Andes colombianos y los ríos Otún y Paila, afluentes derechos del rio Cauca. Ahí fue donde los encontraron los españoles al llegar a nuestro continente. Para facilitar esta localización, es la zona que hoy le corresponde a los departamentos de Caldas, Quindío y Risaralda. Llama la atención, que los Quimbayas son hijos de la familia lingüística Caribe por lo que se cree que siguieron el rio Cauca desde la costa y llegaron a este lugar para establecerse.
Sigamos, los Quimbayas tenían entre sus ocupaciones: la agricultura, la cerámica y la orfebrería, pero además eran buenos guerreros. Cultivaban maíz, frijoles, chachafrutos, yuca, arracacha, ahuyama o zapallo, los cuales eran utilizados como base de su alimentación. Cabe anotar que estos cultivos prosperaban gracias a que se encontraban ubicados en tierras muy fértiles y a que se volvieron expertos cultivadores. Otra de sus actividades era la formación de colmenas, que explotaban para su alimentación y para utilizar la cera en la confección de los rostros de sus ídolos, en la fabricación de objetos de oro por el sistema de la fundición a la cera perdida y en la técnica de la pintura negativa en vasijas y cerámicas figurativas de carácter ceremonial.
Se alimentaban de los que cosechaban y además como ya les había contado vivían en una tierra muy fértil entonces, recogían en las montañas frutos que crecían silvestres como aguacates, chulupos, guayabas, piñas, zapotes, guamas y almendras. Cazando conseguían la carne de animales como zaínos, venados, conejos, guatines, guartibajas, monos, armadillos y aves. Consumían también peces en los múltiples ríos de la zona. Sus bebidas eran el vino de palma y la chicha del maíz fermentado, que también era el elemento principal de sus fiestas.
Vivian en chozas fabricadas con varas de árboles, de palmas, de helechos y de guaduas, eran cubiertas con hojas de palma con techado de dos aguas y sin paredes ni puertas en algunas viviendas habían cercados realizados con guaduas. En estas chozas vivían las familias quienes dormían en hamacas. En la cocina tenían utensilios de barro cocido, y sus cuchillos y hachas eran piedras de pedernal afilado y amarrados con finos cordeles de fibra de palma y con manijas de madera. Con las hachas, derribaban árboles fabricaban puentes y las canoas con que navegaban en los ríos más profundos. Para llamarse a la distancia y como instrumento musical emplearon bocinas y tambores. Cabe anotar que hay referencias que en los cercados de sus viviendas, la ubicación de algunas guaduas lograba que al correr el viento formaran tal consonancia que se podía oír música a todas horas.
Hasta aquí hemos realizado una descripción básica de esta tribu precolombina, ahora les contare que las armas con que combatían los Quimbayas a sus enemigos eran tiraderas, lanzas, macanas, hondas, arcos y dardos. Como habíamos dicho inicialmente eran buenos guerreros, para combatir, hacían en los caminos hoyos sembrados en su fondo con agudas púas para que los enemigos que fueran a atacarlos cayeran en ellos. Al llegar los españoles les llamo la atención la belicosidad de los Quimbayas. Pues si bien, sus batallas consistían, sobre todo en el ruido que hacían los guerreros adornados de todas sus preseas y lo llamativo de sus banderas salpicadas con estrellas de oro. Realmente era su puntería al disparar el arco lo que logro que muchos españoles resultaran heridos o muertos pues las fechas además contenían el veneno llamado curare, que se preparaba con zumos de plantas y con el veneno de algunas ranas.
En cuanto a sus rituales y festejos, encontramos referencia de fiestas de carácter ritual, ofrecidas a sus dioses para obtener abundantes cosechas. Sin embargo parece que también existían festejos en la vida cotidiana de la tribu; en estas fiestas se realizaban danzas ceremoniales al compás de tambores, se tomaba chicha y se entonaban cantos en los cuales se expresaban las dificultades y necesidades de la tribu, a la vez que se rememoraban las hazañas de sus mayores. Existían fiestas donde parece que se reunían para beber y combatir entre ellos en forma ritual, sin embargo, también se sabe que resultaban varios heridos posterior a dichas celebraciones.
Ahora bien, lo que ha hecho pasar a los Quimbayas a la historia fue la cerámica y la orfebrería. La cerámica considerada entre las mejores de Colombia y comparable con otras del continente, en donde se alcanzaron técnicas avanzadas. Utilizaban finas arcillas con las realizaron vasijas cuyas hermosas formas son clásicas por la exquisitez y buen gusto de las líneas. Inspirados en la Naturaleza, seguramente copiaron en barro las figuras de lo que veían a su alrededor, las dibujaron, las colorearon y por último, las pulieron de manera que lograron un brillo como si estuvieran vidriados. Realizaron entonces: Ánforas, vasos triples, casos idénticos unidos en parejas, ocarinas, vasos silbantes que producen al soplarlos un sonido musical, rodillos para estampar, volantes para rueca, soportes en que colocar vasijas que tuvieran fondo esférico; representaciones de rostros humanos, urnas funerarias; vasos naviformes, botijas, vasos con asas en las cuales hay figuras antropomorfas; copas decoradas, recipientes, escudillas, figuras de animales como el sapo, la salamandra, la danta, el mico, en actitudes graciosas; alcarrazas de dos picos y un asa-puente de líneas perfectas y de extraordinario acabado. Algunos de ellos actualmente conservados en museos.
Respecto a la orfebrería de los Quimbayas esta es el culmen de su trabajo pues se destaca entre las tribus precolombinas de la región en todos los aspectos: la cantidad de piezas, el arte en su realización pero sobre todo, en la perfección y la elegancia de cada uno de los objetos realizados. Poseen una simetría perfecta; la igualdad de las cuencas de los collares es precisa, pues parecen gotitas de oro soldadas unas con otras y calibradas con precisión admirable. En la filigrana, resalta el exacto ángulo de los salientes, el pulimento de los planos, la exactitud de las aristas, la sencillez de unas líneas y su combinación con las otras, nos demuestra el gusto estético y su intención de lograr la perfección. Dentro de su trabajo orfebre realizaban una técnica particular, que es el de la aleación del oro y del cobre, llamada tumbaga, con esta técnica lograron dar a sus joyas diversos matices, dando un acabado uniforme en la pieza. Templaron las piezas de forma tal que algunos cinceles y cetros se parten antes de doblarse. Y pulían las superficies con la acerada, que es una hierba ácida que todavía crece silvestre en los campos del Caldas.
Como vemos los Quimbayas fueron una tribu con un trabajo muy rico y del cual se conoce bastante. En una segunda parte podre profundizar un poco mas pues tanto en la orfebrería como en su sociedad se conocen 2 periodos el temprano o clásico y el tardío de los cuales hablaremos en nuestro próximo post.
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